Por: Repsol Rally Team

Isidre Esteve se mete en el top 25 del Dakar en una primera etapa caótica

El piloto español ha dado un salto importante en la general del rally, a pesar de salir desde la 77ª posición este domingo, detrás de varios camiones y vehículos ligeros.

Pese a la complejidad de la navegación propuesta por la organización para el bucle Hail-Hail, el del Repsol Rally Team y su copiloto, Txema Villalobos, han acabado con nota.

“Lo más positivo son las sensaciones, ahora nos divertimos donde antes sufríamos. Con la navegación a veces hay un punto de suerte, pero hay que estar atento a todo lo que te rodea para poder acertar”.

La primera etapa larga del Rally Dakar ha ofrecido una buena dosis de sobresaltos y emociones debido a una navegación compleja en el bucle Hail-Hail (514 km, de los cuales 333 contra el reloj). Isidre Esteve y Txema Villalobos se sobrepusieron a las trampas del recorrido para lograr un 25º puesto final más que sobresaliente entre los coches.

El Repsol Rally Team ha superado con nota una jornada que ha causado estragos entre los favoritos a la victoria y que ha contado con un libro de ruta exigente entre pistas sinuosas de arena y algunos pasos complicados entre cañones. Aun así, Villalobos ha estado acertado durante la mayor parte del día para recuperar un buen puñado de posiciones y escalar también a la 25ª posición de la general provisional del rally.

“Estamos muy contentos con la etapa de hoy, pero lo mejor son las sensaciones. Donde el año pasado sufríamos mucho en la pista con el coche porque no teníamos confianza, este año nos divertimos. Con las sensaciones que he tenido hoy, este año en el Dakar nos vamos a divertir muchísimo porque el coche va muy bien, yo me encuentro muy bien y Txema tiene mucha seguridad en la navegación, así que estamos muy contentos”, ha comentado Esteve en el vivac de Hail.

La nota del roadbook que ha causado la controversia se encontraba en el kilómetro 257, y en medio del caos, la experiencia en moto del piloto de Oliana (10 participaciones en el Dakar) ha jugado un papel clave para vislumbrar entre mil y una trazadas cuál era la pista correcta.

“En el fuerapista, muchas veces pasa que, aunque vayas siguiendo el rumbo correcto, puede estar en paralelo, a derecha o a izquierda. Ha habido un momento que, después de 10 kilómetros, teníamos que encontrar un way point y no lo encontrábamos. Hemos empezado a dar vueltas, no sabíamos si lo teníamos más adelante o más atrás. Al final, cruzando pistas, hemos encontrado una que estaba rodada y hemos dicho ‘esta podría ser’. Hemos ido hacia atrás hasta que lo hemos encontrado. A veces hay un punto de suerte, pero hay que estar muy atento a todo lo que te rodea en cada instante para ver qué referencia te sirve para encontrar el punto”, explica Esteve.

Por su parte, Txema Villalobos respalda este tipo de navegación complicada y considera que es lo que el Rally Dakar debe ofrecer: “El problema estaba 10 kilómetros antes de un waypoint, ya que había una pequeña pista que había que coger a la izquierda y los pilotos de delante se han ido de frente. Nosotros hemos ido a la izquierda, pero no lo suficiente y la pista se iba separando cada vez más, hasta que nos hemos ido a la derecha. Luego, ha habido que entender cómo encontrarla. Era una trampa que pone la organización para hacerlo más interesante, pero esta es la navegación que toca para un Dakar”.