Por: Nacho Salvador
Subaru España nos ha dado la oportunidad de realizar una breve primera prueba con el Solterra, el que será su primer SUV 100% eléctrico. Una prueba que se desarrolló en su totalidad fuera del asfalto, ya que se trataba de vehículos preserie, sin matricular, con lo que el test se realizó sobre los caminos de una finca privada. Y la verdad es que tuvimos suerte, ya que la noche anterior diluvió en la zona, con lo que los caminos se convirtieron en una divertida pista de patinaje donde poder poner a prueba el sistema de tracción eléctrico del Subaru.
Del Subaru Solterra ya hablamos en el momento de su lanzamiento en este artículo, pero vamos a recordar los aspectos principales antes de ponernos al volante. Es el primer vehículo eléctrico de la marca japonesa y es el fruto de un acuerdo entre Toyota y Subaru. En el caso de Toyota, el resultado es el bZ4X, mientras en el de Subaru es este Solterra. Están montados sobre una plataforma modular diseñada para vehículos de batería, que será la base de futuros coches de ambas marcas, ya que éste es sólo el principio.
El Solterra monta unas baterías de 71,4 kWh, que están situadas en la parte baja del vehículo, lo que le confiere un centro de gravedad muy bajo. En corriente alterna puede cargar a 6,6 kW, mientras en corriente continua puede hacerlo a 150 kW, con lo que se puede cargar hasta el 80% de su capacidad en sólo 17 minutos. Eso representa que podemos circular más de 300 km en carretera con esa recarga, si tenemos en cuenta que la autonomía homologada WLTP es de 466 km en ciclo combinado. Porque si de lo que hablamos es de circular por ciudad, con una autonomía homologada en ciclo urbano de 610 km, ese 80% de carga nos daría para unos 488 km.
Pero de todo esto ya hablaremos en una futura prueba, más convencional, ya que hoy vamos a centrarnos en su comportamiento en superficies deslizantes. Y hablando de campo, lo primero que hay que destacar son los 21 cm de altura con respecto al suelo, una cifra sensacional para un SUV, que te da mucha seguridad a la hora de salir del asfalto. Además, al ser un vehículo eléctrico, no tenemos piezas como el escape o el cárter, entre otras habituales en vehículos de combustión y susceptibles de romperse en golpes contra el terreno.
En cuanto al sistema de tracción, es tan simple como efectivo. El Solterra monta dos motores, uno en cada eje, cada uno de ellos de 109 CV, lo que nos garantiza un reparto de potencia idéntico entre ambos trenes, sin tener que montar árboles de transmisión que “crucen” el coche de adelante a atrás. Unos motores que proporcionan una respuesta inmediata, ya que su curva de par es plana y las ruedas disponen de toda la potencia desde el momento en el que pisamos el acelerador. Es instantáneo.
A esto hay que sumar que el Solterra, al igual que los otros modelos SUV de Subaru, dispone del sistema de control X-Mode AWD, que ofrece dos modos adicionales (Snow/Dirt y Deep Snow/Mud), mejorados en el caso de este modelo por la alta capacidad de respuesta de los dos motores eléctricos. Se agrega, además, una nueva función Grip Control, que permite que el vehículo funcione a una velocidad constante. El conductor puede elegir entre tres modos de conducción: Eco, Normal y Power, además de la posibilidad de ajustar la frenada regenerativa mediante las levas que se encuentran ubicadas detrás del volante.
Pero vamos a ponernos a los mandos. Lo primero que te llama la atención es que se trata de un coche muy grande por dentro, con una impresión de amplitud espectacular. Gran pantalla de 12,3” en el centro del cuadro y una de 7” frente al puesto de conducción. No “toqueteamos” mucho porque no había mucho tiempo para entrar en eso, pero ofrecen muchísimas posibilidades y son de manejo muy intuitivo. Botón de “arranque”, con el que se encienden los cuadros, y “ruedecilla” que hay que girar a un lado o a otro para conducir hacia delante o hacia detrás.
Arrancamos con el aviso previo por parte de la organización del evento de que el barro está híper resbaladizo. Nos destacan una subida en la parte final del recorrido, con fuertes roderas y un “chocolate” que hace muy difícil el avance. A esto hay que sumar que los coches llevan las ruedas de serie, que son 100% de carretera. Vamos, todos los ingredientes para pasar un rato entretenido.
La verdad es que no exageraron nada en lo del barro resbaladizo, con lo que nada más entrar en el camino de pruebas hay que conducir con mucha suavidad para mantener la trayectoria. Comprobamos enseguida una de las mayores ventajas de un eléctrico en cualquier superficie, que es que siempre hay potencia disponible. Tanta que, si aprietas el acelerador a fondo, el Solterra se convierte en una auténtica máquina de derrapar. Pero no hemos venido a eso, entre otras cosas porque el camino está rodeado de hermosas encinas y antes de comenzar nos han avisado que sólo hay dos unidades del coche, que van rotando para pruebas de un país a otro.
El coche avanza sin problemas por el barro y no toca con los bajos en el suelo, aunque en algunos sitios había bastante rodera. Ya en una zona despejada, con barro y hierba húmeda, somos más alegres con el acelerador, para poner en compromisos al sistema de tracción, que resulta sorprendentemente efectivo. Siempre había pensado que un coche con dos motores eléctricos, uno para cada eje, debía ser imbatible en terrenos deslizantes, y la verdad es que funciona muy, muy bien. Pero todavía quedaba tiempo para ser un poco “malos” con el coche.
Cuando llegábamos a la zona final del recorrido, la subida de barro con roderas, el conductor del coche que abría pista nos dio un par de consejos: dejar espacio con el coche de delante y coger un poco de inercia para subir la cuesta. Lo de dejar espacio había que respetarlo por un tema de seguridad, pero lo de la inercia… Nosotros optamos por subir muy despacio y parar el coche a mitad de cuesta, para comprobar si el sistema de tracción era capaz de sacar de allí un coche de dos toneladas de peso con un neumático sin dibujo. El resultado fue que sí, que arrancó como si tal cosa, saliendo del atolladero sin casi acelerar, de manera muy suave. Y os puedo asegurar que era un barro puñetero.
Total, que fue una prueba muy corta, poco más de diez minutos, pero en la que nos lo pasamos realmente bien. Añadir que el Solterra estará a la venta a finales de año, todavía no hay precios, y será una alternativa más que interesante para quien esté buscando un SUV eléctrico capaz de rodar por caminos con relativa soltura. Un coche con una altura suficiente para salir de algún lío, o con buena capacidad de tracción por su un día nos llueve en un camino o nos encontramos con nieve. ¿Prestaciones en asfalto? Eso os lo contaremos cuando probemos el coche más a fondo a finales de año, pero con una aceleración de 0 a 100 km/h en 6,9 segundos, todo parece indicar que el Subaru Solterra también irá bien en este terreno. Por cierto. Los más observadores habrán notado que todo el rato estamos hablando de conducción en barro, mientras que en las fotos del artículo el terreno está más seco que la mojama. Esto es porque esas fotos se realizaron el día anterior, sin barro, en unas condiciones mucho menos divertidas. Lo curioso del caso es que Subaru me invitó a conducir el coche ese día, pero, como soy un desastre, lo apunté mal y al final me tocó ir en la segunda jornada de pruebas. Quizá el destino quiso que lo apuntase mal, para así poder probar el coche en barro y tener algo más interesante que contaros…