Tres días de actividades en las instalaciones de Masía Pelarda, con la dirección del equipo de Motor Aventura y un gran cumulo de zonas complejas de su circuito, han sido los ingredientes de este encuentro para los amantes del Todo Terreno clásico, con vehículos cercanos a la serie, sin preparaciones espectaculares para el trial extremo, con coches que permiten igual viajar, que disfrutar de los retos más duros.

Doce participantes se reunían el viernes en las instalaciones de Masía Pelarda. Tras verificar que las condiciones técnicas de los coches estaban dentro de los estándares de la prueba, recibir un completo pack bienvenida y con las pegatinas oficiales colocadas, se comenzaba con la primera de las pruebas. Un corto pero complejo roadbook nocturno por las instalaciones de Masía Pelarda, avisando de lo complicado que era en épocas pasadas mover grandes caravanas si los integrantes no tenían nociones de orientación y buena interpretación de esta herramienta que durante décadas guio a los aventureros del 4×4 lejos de sus zonas de confort.

El sábado, tras los desayunos, se iniciaba el día con un completo Roadbook de 72 km, que ponía a prueba, esta vez ya en serio, la pericia de los participantes, con suerte dispar. Eso sí, común para todos fueron los problemas en las pistas producidos por las abundantes lluvias de las últimas semanas, que impidieron completar el recorrido, pero disfrutar ya de las capacidades de superar problemas de los vehículos 4×4.

Tras una profusa comida tocaba enfrentarse a zonas complejas, comenzando por partes del circuito 4×4 que no se usan habitualmente, que se superaron con trabajo en equipo, donde tocó hasta limpiar la maleza y ramas que habían crecido tras su última utilización. El protagonista de las primeras zonas complejas fue el winch, que tuvo que ser usado para izar a todos los equipos y los coches de organización para superar al menos dos zonas. La noche cayó y el avance lento, pero seguro, con espíritu de trabajo continuó. Tras una pequeña parada para cenar siguieron todos los equipos luchando zonas en convoy hasta casi las 3 de la mañana. Cansados, pero sonrientes de la cantidad de zonas complejas superadas, todo el mundo seguro durmió agotado.

La jornada del domingo esperaba el escenario final, y es que tantas veces hemos visto en este tipo desafíos en lejanos lugares la necesidad de construir un puente, que es ya una de las pruebas clásicas de este evento.  La necesidad de trabajar todos los equipos, de poner en común el material, de acercar las posturas a la hora de la ejecución, hace que la mañana sea un momento mágico de ver trabajar a gente que dos días antes ni se conocía, como un equipo, con un objetivo, de modo animado y con la pasión que da disfrutar de una afición con un buen reto.  En apenas hora y media estuvo salvado el barranco de más de 6 metros de ancho y la caravana de participantes pudo avanzar sobre él, constatando el buen trabajo realizado.

Los ganadores de esta prueba no son los más rápidos, ni el mejor coche que mejor supera todo, es el mejor espíritu de equipo, los que más aportan, los que tienen destreza, pero cuidan su mecánica. Una frase que a todos resume estos valores es “con aquellos que te irías a cruzar en 4×4 el mundo” por la confianza que te inspiran. Todos los integrantes de Trophy Classic votan; lo hacen los participantes y el staff. Finalmente, el resultado dio como ganadores a la pareja denominada “Los cuñados” como ganadores con su Toyota Land Cruiser 95, que se lleva para casa un juego de neumáticos de General Tire, seguidos por el equipo Trophy Lovers, con su Land Rover Discovery, completando el podio el Jeep Cherokee del equipo “Jeep Jeep Jeep Hurra”. Ambos se llevan premios gracias a la tienda on line Sahara 4×4. Sin embargo, todos los equipos estuvieron muy cerca de subir a esos 3 puestos por su buen hacer e implicación. Los patrocinadores oficiales de este desafío, que han hecho posible este evento, son General Tires, Sahara 4×4, Pegatinas4x4 y el equipo de Motoraventura.