Por Nacho Salvador

No hay nada más bonito que la sonrisa de un niño. Y de esas hemos tenido unas cuantas de miles a lo largo de los 21 años que llevamos acudiendo al sur de Marruecos con El Desierto de los Niños.

Sonrisas de los de aquí, que en el viaje conocen unos sitios espectaculares, en compañía de un montón de nuevos amigos. Sonrisas de los de allí, para los que es una fiesta la llegada de la caravana. Pero, sobre todo, sonrisas de todos juntos en las jornadas de convivencia, donde los unos y los otros, simplemente juegan y se divierten. No hablan el mismo idioma, pero el idioma internacional del juego hace que en pocos minutos hagan piña y se pasen horas entretenidos. Porque entre ellos todo fluye de forma natural.

Este año volvimos a llenar el camión de Bujarkay con material de todo tipo para entregar en las asociaciones que visitamos. Porque todo lo que lleva El Desierto de los Niños se entrega en asociaciones y, lo que es casi más importante, todo se compra allí, en Marruecos. Tisserdimine, Ramlia (donde se harán unas instalaciones deportivas con el dinero de Hyundai) o Erfoud fueron los lugares donde se repartió este material.

Muy importante también la labor que hace cada año la Fundación Alain Afflelou. En esta ocasión nos han acompañado seis ópticas, que viajaban una vez más con Abdel, el responsable de la empresa en el Norte de África. Han graduado la vista a 798 personas, de las cuales 553 necesitan gafas, en algunos casos dos (de cerca y de lejos), por lo que se van a fabricar un total de 650 gafas graduadas, a las que se sumarán 245 de sol. Estas gafas se montan en las instalaciones de Indo en Marruecos, para su posterior distribución en las localidades.

Pero El Desierto de los Niños también es aventura. 2025 ha sido una de las ediciones más divertidas en lo que a conducción 4×4 se refiere, ya que el mismo día que llegábamos al sur llovía, haciéndolo como lo hace allí, a lo bestia. Total, que lo que eran ríos de arena se volvieron ríos con agua, los lagos secos dejaron de estar secos y las pistas y caminos se llenaron de charcos y de barro. El resultado: diversión al volante asegurada, unas inusuales imágenes (con los coches cubiertos de barro), además de unos cuantos atascos en las zonas más complicadas. ¿Pero qué es una excursión 4×4 sin atascos? Además, qué narices, había que amortizar el material de desatasco que cada año Promyges 4×4 cede a la organización.

Ya que hablamos de coches, comentar que un año más llevamos adelante la aventura de encabezar la caravana de 38 vehículos y 120 personas con un Hyundai Ioniq5 eléctrico, 100% eléctrico. Aventura sobre el papel, ya que la realidad es que todo es mucho más fácil de lo que parece. La recarga, que podría ser uno de los puntos críticos, está garantizada en el norte con los puntos locales, de los que cada vez hay más. ¿Y en el sur? Pues tenemos enchufe, y nunca mejor dicho, ya que contamos con el apoyo de los hoteles de la cadena Xaluca. Llevamos un cargador portátil que conectamos a la corriente trifásica de los hoteles, obteniendo una potencia de 11 kW, con lo que el coche se carga por las tardes en unas pocas horas. Así de fácil.

Visto que la carga no es un problema, viene la segunda parte, que es superar las pistas del sur con un SUV eléctrico. Hay que decir que la verdad es que desde el primer año nos ha sorprendido, ya que el par motor es absolutamente instantáneo, lo que te ayuda a salir airoso de no pocas situaciones complicadas. Y en arena es simplemente espectacular. Nunca había conducido nada con tal capacidad de avanzar en zonas arenosas.

Este año el problema podía haber venido con el barro. Pero entre que tuvimos un poco de suerte y que el coche volvió a sorprendernos, el resultado fue espectacular. La suerte fue porque, viendo que en años anteriores íbamos sobrados de autonomía, decidimos montar unos neumáticos mixtos, mucho menos eficientes en asfalto (se nota mucho), pero también muchísimo más eficaces fuera del asfalto. En concreto montamos unos Hankkok Dynapro AT2.

Con este neumático más campero no sólo ganábamos mucha capacidad de tracción; la principal ganancia vino por la posibilidad de circular con presiones más bajas sin riesgo de pinchazos, algo fundamental en pistas arenosas y/o embarradas. Pero lo que más nos ha sorprendido no ha sido la capacidad del coche para superar dificultades. Lo que más nos sorprendió fue la facilidad con la que tiraba de los coches atascados. Lo hacía como si fueran plumas. Total, que un reto más superado, con nota. ¿Y qué es la vida de un aficionado al 4×4 si no te planteas nuevos retos?

www.eldesiertodelosninos.com

GALERÍA FOTOGRÁFICA EL DESIERTO DE LOS NIÑOS 2025

Ayudar a desatascar coches también es una actividad divertida para los niños.

Visita a la Asociación de Discapacitados de Erfoud.

Saliendo del Hotel Xaluca.

Gracias al dinero de Hyundai se hará una instalación deportiva para los niños de Ramlia.

Visita a la kashba de la película Sáhara.

Foto en el lago de Merzouga

Visita a la ciudad romana de Lixus.