Roberto Carranza y Juan Carlos Fernández han realizado una jornada de test con el equipo francés Sodicars Racing en el circuito turolense de Masía Perlada, de cara a una posible participación en el Dakar 2022. Durante los test pusieron a prueba primero uno de los bugguies del equipo, equipado con motor Chevrolet V8 de 6,2 litros, 450 CV y tracción trasera. Después le tocó el turno al BMW ex Esteve, un 4×4 con un V6 y 330 CV.
Roberto Carranza comentaba haberse sentido muy cómodo con las dos monturas, a pesar del mal tiempo con el que ha realizado los test, con mucha lluvia, agua y barro, que ha dificultado su trabajo. “Las sensaciones han sido muy buenas. Tanto Juan Carlos como yo nos hemos encontrado muy cómodos con los dos coches. El 4X4 con motor BMW, el más parecido al que usamos en el nacional, fue con el que más rápido nos adaptamos”, recuerda. Lo que más le llamó la atención fue el par motor de este 4X4, su estabilidad en las zonas rápidas y lo fácil de llevar. En cuanto al buggy 4X2 le sorprendieron sus grandes dimensiones y su empuje. «Al ser motor gasolina la conducción es totalmente diferente. Más difícil de llevar al límite, pero es increíble la absorción que tiene de las irregularidades del terreno”.
El equipo quiere comenzar a probar distintas opciones para conseguir un vehículo que le dé garantías de cara al próximo Dakar 2022, al que esperan presentarse siempre que las condiciones sanitarias lo permitan. “La idea es enfocarnos en las pruebas internacionales como el Dakar y alguna del Rally TT, una de las mejores y una gran base de entrenamiento”, asegura Carranza. Correrán algunas pruebas en España con un Mitsubishi proto, ya que su idea es hacer el Dakar 2022 en coche, aunque no descartan la opción de hacerlo en un SXS.