Por Alberto Salvador
Cuando leí en su día que Renault iba a utilizar en sus vehículos de calle la tecnología híbrida que han desarrollado para la Fórmula 1, no pude evitar ser escéptico. Sin embargo, el nuevo Renault Arkana es la prueba irrefutable de que lo han logrado. Hemos tenido la oportunidad de probar el Arkana, un sorprendente microhíbrido de 140 CV que no dejará indiferente a nadie.
El Arkana es un SUV que mide 4,57 metros de largo, 1,82 m de ancho y 1,58 m de alto. Cabe remarcar que tiene una altura libre con el suelo de 20 cm, permitiéndole desenvolverse sin ningún problema por muchos caminos o pistas sin miedo a dar con los bajos en el suelo. Cuenta con cinco plazas y un espacioso maletero de 513 litros. Sin embargo, el maletero tiene un triple fondo que añadiría mucho espacio. Uno de estos espacios debería estar destinado a la rueda de repuesto, la cual no viene incluida de serie y es la única pega que puedo sacarle al coche.
La carrocería del Arkana rezuma deportividad y un diseño muy cuidado, atrayendo todas las miradas de viandantes y conductores. Sorprende el aire deportivo que han logrado darle, a pesar de lo alto que es el vehículo con sus 20 cm de altura con el suelo. Toda la carrocería es de un solo color, salvo algunos detalles en negro como los espejos retrovisores, ciertos elementos de la parte frontal y posterior y el techo, el cual es solar. Esta versión montaba unas imponentes llantas de aleación de 18 pulgadas.
Los interiores del Arkana son la mezcla perfecta entre lujo y deportividad, con asientos de cuero calefactables y un salpicadero apariencia de fibra de carbono en esta versión RS. Los paneles de las puertas, así como el volante y la palanca de cambios, están forrados con cuero sintético, que resulta muy agradable al tacto. En las partes que no están cubiertas con este material, se emplea un plástico blando de muy buena calidad. El salpicadero está coronado por una enorme pantalla vertical de 9,3 pulgadas. En ella se maneja el sistema de navegación y multimedia, así como algunos ajustes y características del vehículo. El volante esta repleto de botones que permiten controlar la información proyectada en el cuadro de mandos y algunos elementos como el control de crucero. El cuadro de mandos se compone de una enorme pantalla de 10,2 pulgadas, desde la que se puede controlar absolutamente todo. Desde la velocidad hasta proyectar un pequeño mapa con indicaciones del navegador. El conductor puede controlar cómodamente casi todos los sistemas del vehículo sin casi soltar el volante.
Ahora vamos con mi parte preferida del Arkana y la razón por la que me plantearía comprármelo: la conducción y los elementos que la hacen posible. El Arkana parece un vehículo familiar y en cierta medida lo es, pero Renault ha conseguido una sensación de conducción muy placentera y divertida. Ya sea en un entorno urbano o en una carretera de montaña, el Arkana responde de manera ágil sin comprometer en el proceso la comodidad.
La unidad de potencia empleada para esta versión del Arkana es un pequeño motor gasolina de 1,3 litros, que desarrolla 140 CV. Este motor esta acompañado de una hibridación ligera a 12 voltios que, aunque no es capaz de mover por si sola el vehículo, le ayuda cuando se requiere de más potencia. Lo sorprendente de este sistema de Renault, frente a las hibridaciones tradicionales que llevamos años viendo y a las que estamos acostumbrados, es la capacidad que tiene de ayudar al motor térmico en cualquier momento, tanto a altas velocidades como en salidas desde parado. Esta asistencia, aparte de ayudar a reducir los consumos, mejora las prestaciones del vehículo en carretera, haciendo que sus modestos 140 CV se sientan como si fueran más.
Esta versión monta una caja de cambios automática de siete marchas que funciona muy bien. Esta caja puede controlarse desde las levas que lleva el volante en la parte posterior. El cambio de marchas es muy suave durante la conducción, no notándose prácticamente nada cuando el vehículo varía de velocidad. Sin embargo, si tomamos el control con las levas, el coche nos dejara jugar con ellas con bastante libertad, lo que vuelve más divertida la conducción. Por último, todo esto viene reforzado por un sistema de suspensión con la dureza justa para ser cómoda en todos los entornos, pero deportiva cuando se le requiere. El coche no se balancea bruscamente en curvas cerradas y cuesta mucho sacarlo de la trazada.
Como no podía ser de otra forma, también quisimos probarlo por pistas, elemento en el que el límite lo pone que se trate de un vehículo de sólo tracción delantera. Su buena altura con respecto al suelo te da mucha confianza. El Arkana es un vehículo con el que Renault deja caer cuales son sus perspectivas de futuro y del cual me quedo con ganas de probar la versión de 160 CV.
Ficha técnica
Renault Arkana R.S. Line TCe EDC Microhíbrido
Precio
Base: 25.745 euros
Modelo probado: 30.210 euros
Sistema de propulsión
Potencia máxima: 140 CV.
Par máximo: 260 Nm.
Motor de combustión
Tipo: De gasolina delantero transversal de 4 cilindros en línea.
Cilindrada: 1.333 cc.
Alimentación: Inyección Indirecta. Turbo. Intercooler.
Distribución: Dos árboles de levas en la culata, 4 válvulas por cilindro.
Potencia máxima: 140 CV a 5.000 rpm.
Par máximo: 260 Nm a 2.600 rpm.
Transmisión
Tracción: Delantera.
Embrague: Pares de engranajes
Caja de cambios: Automática de 7 velocidades.
Suspensión
Delantera: Independiente de tipo McPherson con resorte helicoidal.
Trasera: Rueda tirada con elemento torsional con resorte helicoidal.
Frenos
Delanteros: Discos ventilados de 280 mm.
Traseros: Discos ventilados de 260 mm.
Ruedas
Llantas: 18 pulgadas.
Neumáticos: 215/55 R18.
Dimensiones y pesos
Largo: 4.568 mm.
Ancho: 1.821 mm.
Alto: 1.576 mm.
Batalla: 2.720mm.
Vía delantera: 1.562 mm.
Vía trasera: 1.584 mm.
Maletero: 513 litros.
Peso: 1.411 kg.
Depósito de combustible: 50 litros gasolina.
Cotas TT
Altura libre: 200 mm.
Prestaciones
Velocidad máxima: 205 km/h
Aceleración 0-100 km/h: 9,8 seg
Consumos homologados
Combinado WLTP: 5,8 l/100 km. Emisiones de CO2: 131 gr/km.
