Por: Primax X-raid Team
Laia Sanz supera una jornada complicada para ella
La rotura de una llanta tras un golpe ralentiza la marcha de la piloto de KH-7 en la décima etapa del Dakar.
Pese a los contratiempos, se mantiene 23ª de la general, primera entre los debutantes en coches y primera mujer de la clasificación.
“Hoy ha sido movidito, hemos empezado cómodos, con buen ritmo, pero hemos tenido un impacto muy fuerte con una piedra que no he visto. Hemos tenido mucha suerte, este MINI es muy duro”.
La décima etapa del Rally Dakar se ha complicado para Laia Sanz. La piloto de KH-7 ha roto una rueda al golpearla contra una roca en plena especial y ha perdido tiempo, pero ha podido proseguir la marcha con alguna que otra dificultad hasta cruzar la meta en 40ª posición, a algo más de media hora del vencedor. La buena noticia es que mantiene la 23ª posición de la general a dos días para la conclusión de la prueba.
Hasta este miércoles, Laia Sanz no había cometido prácticamente fallo alguno, pero como ella atestigua, “en el Dakar siempre hay un día en el que cometes algún error, te comes una piedra o te pasa algo”. Pues ese “algo” ha sido hoy un fuerte impacto en el kilómetro 100 de carrera contra una piedra que no se veía. Como consecuencia, la llanta de la rueda trasera derecha ha quedado hecha añicos. Afortunadamente, la española y su copiloto Maurizio Gerini han podido reparar y retomar la marcha, aunque se han visto obligados a aminorar la marcha.
“Hoy ha sido una etapa movidita, hemos empezado cómodos, con buen ritmo, pero hemos tenido un impacto muy fuerte con una piedra que no he visto. Por suerte, este MINI es muy duro. Hemos roto solo la llanta y el sistema de refrigeración del freno trasero, pero nos han pasado muchos pilotos allí y luego hemos ido en mitad del polvo, porque la etapa era entre cañones y estaba complicado adelantar”, explica la 20 veces campeona del mundo.
No ha sido el único contratiempo que han tenido Sanz y Gerini. Hacia el final, han cedido algunos minutos al no poder exprimir al máximo el MINI ALL4 Racing del Primax X-raid Team y, además, han tenido un problema con un waypoint (punto de paso obligatorio).
“La última parte era más tipo rally, muy divertida de conducción, pero teníamos que vigilar la temperatura de los frenos. Luego, cuando ya estábamos llegando al final, no sé qué ha pasado que no se nos ha validado un waypoint. Es raro porque íbamos detrás de dos o tres coches a los que sí se les ha marcado, así que hemos tenido que volver atrás para validarlo y habremos perdido tres o cuatro minutos más”, narra Laia Sanz.
A pesar de todos los contratiempos, la piloto catalana ha sacado el lado positivo: “Al final, creo que hemos salvado bien el día. Con lo que teníamos, hemos sabido gestionar muy bien la etapa. Estamos aprendiendo mucho. Nos están pasando cosas, obviamente, es el primer año, pero nos quedamos con lo positivo, que es el ritmo de algunos días y con todo lo aprendido”.
Mañana jueves, penúltimo día de aprendizaje para la mejor piloto femenina de la clasificación general de coches y mejor debutante sobre cuatro ruedas. La jornada, con inicio y final en Bisha, deparará una especial de 345 kilómetros que promete ser épica, con dunas de todo tipo.