Por: Repsol Rally Team
Isidre Esteve finaliza uno de los Dakar más duros compitiendo de tú a tú con los mejores
Misión cumplida. Isidre Esteve y Txema Villalobos han completado el Dakar 2023, una de las ediciones más difíciles de toda la historia y en la que, por primera vez, han podido pelear con las mismas herramientas que los principales favoritos, sin que su discapacidad suponga un escollo. Los del Repsol Toyota Rally Team han llegado al podio final situado en la localidad de Dammam (Arabia Saudí), tras completar los últimos 138 kilómetros cronometrados en 23ª plaza absoluta del día, 20ª en T1, y convencidos de que el top 20 en la clasificación final habría sido factible de no ser por un problema técnico en el primer segmento de la etapa maratón.
Esteve concluye de este modo su decimoctavo Dakar –el octavo en coche–, una carrera que siempre recordará por ser la primera en la que ha competido con las mismas herramientas que los mejores, y en la que tan sólo un problema en el motor de arranque a tres días de la conclusión le ha privado de lograr su objetivo, como lamenta el piloto español: “La carrera iba siguiendo nuestras previsiones hasta que el relé del motor de arranque dijo basta y nos costó esas tres horas y media que trastocaron todos nuestros planes. Los mecánicos e ingenieros del equipo todavía no se explican cómo pudo suceder, pero así es el automovilismo en ocasiones…”.
De haber podido completar esa misma etapa siguiendo el ritmo que venía atesorando hasta ese momento, entrar en el top 20 scratch era más que factible para el Repsol Toyota Rally Team. Con todo, Esteve y Villalobos han logrado una meritoria 34ª posición final absoluta, 24ª de la categoría T1, tras más de 55 horas de competición en el desierto.
El de Oliana repasaba la película de su carrera con las siguientes palabras: “En la primera semana conseguimos solucionar los típicos inconvenientes que siempre tienes en una competición así, y que te cuestan a lo sumo 15 o 30 minutos; es lo normal. Sabíamos, en este momento, que nuestra oportunidad llegaría en la segunda parte del Dakar, que es cuando sabíamos que mejor respondería el coche. Esto quedó claro en la arena y las dunas con el cambio de setting de suspensiones tras la jornada de descanso, que nos permitió remontar posiciones de una forma increíble… hasta que llegó el problema en el motor de arranque y nos dejamos esas 3 horas y media que no caben en ningún plan. Desde entonces hemos corrido lo que hemos podido, haciendo etapas muy buenas, hasta la conclusión de hoy. Y debo decir que hemos terminado el Dakar, algo que nunca es fácil”.
Esta demostración de resistencia también tiene una importante lectura en clave tecnológica de presente y futuro, ya que Esteve y Villalobos han completado los 8.549 kilómetros de la competición al volante de un Toyota Hilux T1+ animado por el nuevo biocombustible avanzado desarrollado por el Repsol Technology Lab con un 75% de origen renovable. Este nuevo carburante afrontaba un reto de altura en la carrera más dura del mundo, y lo ha superado a la perfección. De hecho, ha contribuido a que la tripulación española lograra grandes hitos, como la 19ª posición scratch de la novena etapa, segundo mejor resultado del historial dakariano de Esteve sobre cuatro ruedas.
Llegados a este punto, antes de pensar en la edición 2024, el piloto español se mostraba agradecido: “¡Y van 18! Siempre es especial acabar una carrera tan difícil como ésta, y lo primero que me viene a la cabeza, ante todo, es dar las gracias. En primer lugar, a los patrocinadores que hacen posible este proyecto, empezando por Repsol, MGS Seguros, KH-7 y Toyota España. En segundo lugar, a mi equipo, que tiene un nivel técnico y humano maravilloso. Lo han dado todo en este Dakar trabajando, a veces, en condiciones durísimas. Cómo no, a Txema Villalobos, mi copiloto y, más que eso, un amigo dentro del coche. Cuando hemos tenido un problema siempre sabe cómo solucionarlo y diría que, de no ser por él, todavía estaríamos parados en las dunas. Y, claro, a mi mujer, Lidia, sin la que yo no podría estar aquí ni hacer la mitad de las cosas que hago”.
En clave de futuro, Isidre Esteve concluía: “Al final de todo Dakar siempre tengo una lista muy larga llena de peticiones, pero este año no quiero nada. Bueno, sí, una cosa: seguir contando con este increíble equipo que tanto nos permite disfrutar de la competición, y poder volver el año que viene e intentar hacerlo mejor. Acabar un Dakar nunca es fácil, ahora toca reposar un poco y empezar a trabajar en el nuevo proyecto deportivo”.