Por: Astara Team
Óscar Fuertes salva la etapa perdiendo poco tras dos pinchazos
Una de las frases más manidas que se suelen escuchar en el vivac del Rally Dakar es que todos los pilotos acaban teniendo un día malo. Por bien que rueden las cosas, que el coche aguante, que no se cometan errores garrafales en materia de navegación, siempre hay una jornada de marcado tono negativo. Hasta ahora, la carrera de Óscar Fuertes y Diego Vallejo había sido una balsa de aceite. Hoy, sin embargo, el pinchazo de dos ruedas al inicio de la especial les obligó a rodar con máxima prudencia el resto del tramo porque no tenían más recambios y un nuevo pinchazo acarrearía problemas graves. Solventaron la situación con temple y poco tiempo perdido.
Partiendo de Riad al amanecer con dirección sur, hacia Ad Dawadimi, la moral del equipo Astara al completo rayaba valores máximos. Primeros españoles en la categoría de coches y disfrutando de un Dakar libre de problemas mecánicos era una situación como para sacar pecho. De modo que Óscar Fuertes y Diego Vallejo arrancaban con la firme determinación de defender lo ganado hasta el momento y, partiendo desde el puesto vigesimocuarto, ver si se podía seguir arañando terreno a la clasificación general.
Pero los planes tenían que cambiar súbitamente, porque un pinchazo en el kilómetro 10, en una zona llena de piedras, hacía que la rueda trasera derecha quedara fuera de combate. Los pilotos se detenían a sustituirla y poco después, la mala suerte hacía que se volviera a pinchar… ¡la rueda recién cambiada! Dado que en el coche solo se llevan dos cubiertas de recambio, la estrategia ya no podía seguir siendo la del inicio.
A partir de entonces, Fuertes y Vallejo adoptaban un ritmo muy prudente, extremando, eso sí, la atención en el ámbito de la navegación, porque en esta materia la especial de hoy no era precisamente sencilla. Ningún problema ahí y tampoco en el 01 Concept, que de nuevo daba muestras de una solidez a toda prueba y superaba el tramo sin el más mínimo contratiempo.
Al final, todo se saldaba con un registro netamente más lento que el que el potencial de coche y pilotos podía hacer prever, lo que implicaba automáticamente que Óscar Fuertes y Diego Vallejo perdieran tres posiciones en la clasificación general. Por lo tanto: día negativo, sí; pero si es todo lo que tendría que suceder, se da por asumido.
No por lo ocurrido, el optimismo de Óscar Fuertes decrecía en la llegada al vivac: “El Dakar siempre te pone en tu lugar y hoy, haciendo un símil futbolístico, nos hemos quedado con nueve en el minuto cinco, porque en el arranque de la especial en una zona de piedras hemos pinchado dos veces y nos hemos quedado sin recambio para el resto del tramo. Eso nos ha obligado a hacer 300 kilómetros con muchísimo cuidado, porque si pinchábamos una rueda más, estábamos fuera. Así que hoy tocaba desde el inicio cabeza fría y minimizar los daños. De todos modos, estoy contento porque hemos superado el tramo y el coche se ha comportado fenomenal y Diego ha vuelto a estar muy bien con la navegación. La carrera es muy larga y son cosas que pasan. Hoy hemos perdido algo de tiempo y ojalá mañana lo ganemos”.
Mañana se disputará la octava etapa del rally, entre Ad Dawadimi y Wadi Al Dawasir, con una especial de 395 km contra el crono y 435 km adicionales de enlace