Por: José Luis Sánchez

El tercer modelo de la gama EQ de Mercedes (cien por cien eléctricos) es un SUV basado en su popular GLA, coche del que hereda el bastidor y la mayoría de las señas de identidad. Un automóvil que llegará a los concesionarios europeos en la primavera de 2021 y que forma parte de la fuerte ofensiva de electrificación de la firma alemana.

El EQA no puede esconder su parecido con el GLA, pero cuenta con una serie de rasgos que lo diferencian claramente, como su calandra Black Panel, típica de los Mercedes EQ. Otro detalle diferenciador son las bandas luminosas delante y detrás, un cable de fibra óptica horizontal une las luces diurnas de los dos faros LED y permite identificar al vehículo a primera vista.

Por el momento, la única opción disponible será el EQA 250, con un propulsor de 190 CV.

Más adelante habrá más opciones, pero en el momento de su lanzamiento el EQA se ofrecerá sólo en su versión 250 de tracción delantera. Equipada con un motor eléctrico asíncrono de 140 kW (190 CV) y 375 Nm de par, ofrece una aceleración 0-100 km/h de 8,9 segundos y una velocidad máxima de 160 km/h. Tiene una autonomía homologada, según ciclo WLTP, de 426 km, con un consumo en ciclo mixto de 15,7 kWh/100 km. La batería, de iones de litio, tiene una capacidad de 66,5 kWh. Según Mercedes son necesarios 30 minutos para cargar la batería del 10 al 80 % en un cargador de corriente continua y 100 kW de potencia. En cuanto a la carga con corriente alterna, que es la que puedes hacer en tu casa, admite un máximo de 11 kW, con lo que hacen falta algo menos de seis horas para cargar la batería hasta el 100 %. La toma de carga está en la parte trasera y es de tipo CCS2.

La carga máxima en corriente alterna es de 11 kW. En corriente continua admite hasta 100 kW de carga rápida.

El diseño exterior del coche se ha realizado para optimizar la aerodinámica, lo que redunda en un menor consumo. Destacan su parrilla delantera tapada (Black Panel), sus llantas para favorecer el flujo del aire, o los bajos carenados. Además, ya mecánicamente, pero también para bajar los consumos y aumentar la autonomía, el EQA está equipado de serie con una bomba de calor para la calefacción, bomba que, entre otros detalles innovadores, usa el calor residual de la propulsión eléctrica para mejorar la eficacia del sistema.

El 250 es el primer EQA que llegará al mercado, pero no será el único. Como ha comentado en su presentación Markus Schäfer, responsable de Investigación en el Grupo Daimler y COO de Mercedes-Benz Cars: “Vamos a ofrecer una familia completa de modelos EQA, con un abanico de potencia que va de 140 a más de 200 kW, con tracción delantera y con tracción integral. Y los conductores que otorgan especial importancia a la autonomía podrán contar en el futuro con una versión especial del EQA con un radio de acción de más de 500 kilómetros en el ciclo normalizado WLTP”. Así, pronto habrá versiones con motores de hasta 272 CV y con un motor en el tren trasero que le proporcionará tracción 4×4.

Las dos grandes pantallas destacan en el interior del EQA, similar al del SUV GLA.

Presencia y acabados de lujo es lo que encontramos al pasar al interior del EQA, de estética muy similar a la del SUV GLA y con dos grandes pantallas, una para la instrumentación y otra en el centro de la consola central, pero como continuación de la anterior. El conocido sistema de Mercedes MBUX incorpora nuevas funciones, como la navegación con Electric Intelligence. Este navegador calcula la ruta más rápida para ir al destino, pero teniendo en cuenta muchos factores, que van desde las paradas necesarias para recargar, la topografía del terreno o las condiciones meteorológicas. El sistema de navegación puede reaccionar de forma dinámica a cambios del estado del tráfico o del estilo personal de conducción. Otra función que se realiza a través del MBUX es la posibilidad de preclimatizar el habitáculo antes de arrancar el coche.

El diseño de la carrocería se ha optimizado para conseguir una mayor autonomía.

Como no puede ser de otra forma, el EQA cuenta con un completísimo equipamiento para hacer más sencilla la conducción y mejorar la seguridad, que incluye, entre otros, el detector de cambio de carril y el asistente de frenado activo.

Un coche que se une a sus dos hermanos mayores, EQV y EQC, que competirá en el cada vez más competido mercado de los eléctricos de cuatro metros y medio, entre los que ya hay una oferta más que notable.