Texto y fotos: 4A PRESS
Para hacer un alto en la ruta, cocinar un par de huevos fritos con chorizo y luego fregar los platos ya no hace falta ir en una autocaravana o en una furgoneta camperizada. El módulo portátil K-54 con fregadero y sitio para cocinar se adapta a casi todos los TT, SUV, coches familiares y algunos turismos con portón trasero.
Si vamos de excursión o ruta y queremos comer caliente, podemos parar en un restaurante o en una fonda de pueblo, pero en pleno monte, en el centro de los Monegros o en el desierto al Sur de Túnez la cosa cambia y tenemos que buscar otra solución. No hay ningún problema para los que pueden viajar en una moderna autocaravana, en un furgón camperizado con todo lujo de comodidades o en un TT super preparado con sofisticados accesorios australianos. Para el numeroso resto de aventureros que se atreven a salir esporádicamente de excursión, ruta o camping con su automóvil está pensado el módulo K- 54.
En una sola unidad lo más compacta, práctica y sencilla posible, tenemos un cajón extensible con sitio para llevar e instalar un fogón, un fregadero plegable y con algo de espacio para la preparación de la comida. Sus medidas son 54 cm de ancho, 63 cm de largo y solo 20 cm de alto con un peso aproximado de 22 kg. No se necesita modificar el vehículo, ni homologarlo y permite liberar el maletero cuando no se utiliza. Con sus 63 cm de largo están diseñados para poder colocarlo en el maletero de casi todos los TT, SUV, coches familiares y algunos turismos con portón trasero, sin necesidad de abatir los asientos posteriores, manteniendo el número de plazas original.
A diferencia de otros módulos que van sobre railes fijados permanentemente al suelo del vehículo, este se sujeta de forma segura con cinchas de hasta 3.5 cm de ancho a los anclajes existentes en el maletero y debe estar situado nivelado a la altura inferior del portón para que pueda abrirse sin obstáculos. En algunos vehículos se necesitará colocar un zócalo para ganar altura y nivelación. Si está bien amarrado, no hacen falta patas auxiliares de apoyo, quedando la parte extensible en voladizo.
Aparcando lo más horizontal posible y abierto el portón posterior procedemos a desbloquear las guías y a extender el cajón donde va el fregadero plegable y la plataforma para situar el fogón. Antes de empezar a cocinar bloqueamos las guías para dejar inmovilizado todo el conjunto y situamos el fogón al final de la extensión, donde los olores y humos se expanden más libremente sin contaminar el interior del vehículo.
El fregadero incluido en el módulo, cuando está plegado también sirve de tabla de trabajo aumentando la superficie aprovechable. El fogón no va incluido y existen varios modelos que se adaptan según preferencia personales. Uno de los más populares es el Butsir, que funciona con cartuchos y lleva incorporado un encendido piezoeléctrico. Hay espacio dentro del cajón dotado de bisagras de elevación del tablero superior para guardar el fregadero plegable, el fogón dentro de su maleta y un contenedor de 35 x 25 x 12 cm. Se fabrica con un tablero de chopo contrachapado de 15 mm de espesor con aplacado por las dos caras, como el que utilizan las principales empresas de camperización , con suficiente resistencia y más ligero que si fuera de abedul.
Todas las piezas de madera salen cortadas de una moderna máquina serradora con control CNC guiada por ordenador y luego ensambladas en el mismo taller de carpintería. La instalación de guías reforzadas de 24 pulgadas de longitud marca una gran diferencia con otros modelos de módulos de cocina parecidos. De tres tramos con extensión total, rodamientos a bolas, con doble bloqueo y con ellas nos ahorramos las cerraduras y pestillos necesarios para tener inmovilizado todo el módulo cerrado como todo abierto y cocinando.
Inoxidables y de calidad náutica son las anillas de sujeción del módulo y del bidón de agua. También de metal son las cantoneras de protección y los colgadores de los trapos de cocina. Muy fácil de manejar gracias a sus agarraderos, con una sencilla y rápida instalación sin herramientas, ocupando muy poco espacio tanto en el maletero como a la hora de guardarlo en el garaje de casa.
Gracias a su escasa altura de solo 20 cm, se puede situar encima un bidón con agua potable para beber y lavar. Uno que se adapta muy bien es el modelo Reliance de 15 litros, con boca ancha para facilitar su limpieza y grifo escamoteable, que funciona de forma sencilla por gravedad sin necesidad de instalar una bomba eléctrica con su cableado y tubo de conexión a un depósito. Este conjunto sobresale muy poco de la altura de los asientos traseros y prácticamente no dificulta la visión por el retrovisor. Al medir 54 cm de ancho permite poner al lado un cofre, otro cajón o una nevera portátil y encima más equipaje.
Existen varios modelos “Made in USA” de características y prestaciones parecidas, pero todos de mayor tamaño, ocupando bastante más espacio y siendo más pesados. El diseño y la fabricación del módulo es íntegramente “Made in CAT”, fruto de la colaboración entre Lluís Astier, un veterano excursionista, espeleólogo, aficionado a los TT, y los hermanos Josep y Miquel Lleras, un delineante y un carpintero, que en una apuesta de futuro sobre la base de las nuevas tecnologías han dotado a su taller situado en Les Preses (Girona) de un centro de mecanizado a control numérico Rierge, enlazado por ordenador a programas informáticos de diseño y fabricación.
El reto era diseñar y fabricar un nuevo módulo super compacto y portátil de mini cocina lo más pequeño posible y tan grande como fuera necesario, aprovechando al máximo cada centímetro cúbico del maletero y que al cocinar no quedara el vehículo con olor a sofrito. La venda y distribución en exclusiva del módulo K-54 se realiza directamente desde el taller de carpintería donde se fabrica, ofreciendo un precio lo más ajustado posible, manteniendo una gran calidad en los materiales, ejecución y acabados. Información sobre el precio y condiciones de venta: Fusteria Lleras – 4A Press. lluisastier@gmail.com