Por: Alberto Salvador

Si me llegan a contar hace un par de años que iba a poder comerme una pizza y una hamburguesa calientes, a casi 2.000 metros de altura y a 30 km del pueblo más cercano, usando la energía eléctrica de un coche, no me lo hubiera creído. En Hyundai nos contaron que se podía aprovechar la energía del Ioniq 5 para enchufar aparatos eléctricos, así que durante la prueba metí el microondas de casa en el coche y nos dimos una comilona en mitad del monte. Además, para hacer la prueba rigurosa decidí usar el coche igual que lo haría con el mío, y eso incluía una ruta de algo más de 200 km por la sierra, en la que en ningún momento sufrí por quedarme sin batería, ni me corté en subir por ese camino o coger esa carretera llena de curvas.

El Hyundai Ioniq 5 es una declaración de intenciones por parte de la firma surcoreana. Con él han venido a decirnos que los vehículos eléctricos han llegado para quedarse y que son una buena opción de compra, incluso por encima de modelos de combustión. La unidad que he probado es el Ioniq 5 de 218 CV con acabados Energy, un coche con el que me sentiría cómodo tanto para usarlo a diario como para irme de viaje. Aun así, decidí hacer una prueba distinta, usándolo para salir de aventura y divertirme con él. Para ello nos fuimos a lo alto de la sierra de Guadalajara, buscando tanto reviradas carreteras como un poco de campo, a la vez que demostrábamos que puedes alejarte de un cargador sin miedo. Su batería de 77 kWh es capaz de cargar desde el 0% al 80% en apenas 18 minutos. Cabe remarcar que el Ioniq 5 cumplió todas mis expectativas en todas las situaciones.

El Ioniq 5 atrapa miradas por su estética.

Lo primero que llama la atención nada mas verlo es su estética, la cual me encanta. El estilo moderno, junto con las líneas rectas que le dan fuerza, me parece muy acertado. Estoy convencido de que envejecerá muy bien, algo que ya es habitual en la marca. Mirándolo de frente resaltan sus faros, los cuales han rescatado del concept del Hyundai Pony coupe del año 74. La carrocería es simple en cuanto a detalles, pero se nota que el diseño está muy cuidado. No he encontrado aun a nadie que no le guste y es un coche que roba miradas allá por donde va. El lateral está recorrido por líneas rectas que dan la sensación de fortaleza y robustez, mientras que la parte trasera se asemeja al frontal, siendo la perfecta mezcla entre una estética retro y elementos futuristas. Otra cosa que llama mucho la atención de la unidad que probamos es su techo. Está conformado por un grupo de paneles solares que, según me comentaron unos amigos ingenieros, se trata de paneles monocristalinos, los cuales son los más eficientes, pero también los más caros del momento, dejando ver el detalle y la calidad que la firma coreana ha impreso en sus vehículos. Hyundai dice que tienen la capacidad de dar una autonomía de 1.500 km extra al año, algo difícil de comprobar durante la prueba.

Puede cargar de 0 al 80% en 18 minutos.

El Ioniq 5 mide 4,63 metros de largo, 1,89 metros de ancho y 1,60 metros de alto. Lo primero que se te viene a la cabeza cuando te montas es lo espacioso que es. Se nota que no tiene el hueco típico para la transmisión o el tubo de escape. Cuenta con cinco plazas para ocupantes y es increíblemente espacioso, teniendo numerosos espacios para dejar objetos y aprovechando todo el volumen del interior al máximo. Todas las plazas son muy espaciosas y pueden ir todas ocupadas sin que sea incomodo. Durante la prueba realizamos un desplazamiento de dos horas en el Ioniq, ocupando todas las plazas y los pasajeros de los asientos traseros en ningún momento fueron incomodos a pesar de ser altos. Los asientos de delante son tanto calefactados como refrigerados, y los traseros tan solo son calefactados. Todos los asientos son regulables eléctricamente.

Los interiores están muy cuidados y son de gran calidad.

La posición de conducción me resultó de lo más cómoda y no cansa ni es molesta en desplazamientos largos. La combinación de botones y pantallas es perfecta, pudiendo usar todo lo que le sistema de infoentretenimiento desde el volante y sin necesidad de quitar la vista de la carretera demasiado tiempo. Además, el conductor tiene a su disposición un HUD que proyecta en el parabrisas toda la información necesaria para la conducción, lo que evita que tengamos que apartar la vista de la carretera. La sensación que desprende el Ioniq 5 es de gran calidad y mimo por los detalles, nada chirria dentro del vehículo y durante la conducción únicamente escucharemos los neumáticos sobre el asfalto. Otro gran añadido es la cantidad de puertos USB de carga rápida repartidos por el interior, con la finalidad de hacernos más amenas las travesías largas pudiendo cargar nuestros dispositivos electrónicos. La verdad es que todo lo que hace lo hace muy bien y si tuviera que quejarme de algo la única razón para hacerlo es que se echa de menos una rueda de repuesto.

El Ioniq 5 se adapta a todas las superficies, incluso la tierra.

Y por fin llega la hora de hablar del punto que más me ha gustado del Ioniq 5, su conducción. Si nos vamos a la ficha técnica veremos que el vehículo pesa unos increíbles 2.000 kg y tiene “solo” 228 CV, por lo que podríamos pensar que será un vehículo lento y perezoso. ¡Pero todo lo contrario! Podría decir que la conducción del Ioniq 5 se adapta mucho a lo que necesites. Puedes ir tranquilo con el por cuidad, puedes ir alegre por carreteras de montaña o puedes llevar altas velocidades sostenidas por autopista tranquilamente. El coche se amolda tranquilamente a lo que le pidas. En mi caso, mi entorno favorito son las carreteras de montaña, y cuantas más curvas mejor. Por lo que me alejé con él todo lo que pude de las principales vías y lo probé en un entorno para el que no estoy seguro que esté pensado. Antes de nada, hay que comentar que el Ioniq 5 tiene cuatro modos de conducción: Eco, Normal, Sport, y deslizante. Prácticamente toda la prueba la realicé en el modo Eco, no porque tuviera miedo de gastar la batería, sino por que el nivel de retención al soltar el acelerador se asemejaba al de un coche de combustión y me era más cómodo de llevar. En el momento de acelerar a fondo tampoco había mucha diferencia entre el modo Eco y el Sport. Lo que más me llamó la atención es lo alegre que es por carretera, no se siente pesado ni perezoso, todo lo contrario. Frena muy bien antes de las curvas, combinando los frenos con la regeneración, tiene un buen paso por curva y acelera satisfactoriamente a la salida de estas. En ningún momento he tenido la sensación de quedarme corto de potencia ni de que el coche sufriera. La dirección es muy precisa y suave, pero manteniendo la capacidad de transmitir las sensaciones de la carretera a través del volante. Responde muy bien en todo tipo de giros, hasta el punto de que me preguntaron si las cuatro ruedas eran directrices, característica de la que no dispone el coche. Detrás del volante cuenta con dos levas con las que se maneja el nivel de regeneración cuando soltamos el acelerador. Cuenta con cinco niveles, partiendo desde un modo en el que no retiene absolutamente nada hasta uno llamado i-Pedal en el que se puede conducir únicamente con el acelerador. Una última cosa que probamos fue sacarlo del asfalto, subiendo por caminos hasta la cima de un pico de la sierra de Guadalajara al que no subiría cualquier coche. Para mi sorpresa el modo de conducción deslizante es capaz de gestionar el gran par motor del coche, para evitar patinazos de las ruedas o derrapes no deseados. Me ha gustado mucho como el Ioniq es cómodo tanto para escaparte por el monte como para hacer kilómetros por autopista.

Un coche para la aventura.

Como conclusión, no puedo hacer nada más que recomendar este coche. Hyundai ha demostrado que los vehículos eléctricos han llegado para quedarse y que por fin empiezan a ser atractivos tanto por autonomía como por precio. Con los descuentos del plan Moves III el precio de un Ioniq 5 no está muy lejos del de otros SUV con motores de combustión interna y prestaciones similares o inferiores. El Ioniq 5 es un coche versátil, útil y divertido, el cual es perfecto para prácticamente cualquier situación tanto del día a día como de ocio o imprevistos.

La opción perfecta para una buena escapada.
Con el adaptador del puerto de carga pueden utilizarse aparatos eléctricos.

Ficha técnica

Hyundai IONIQ 5 228 CV 77 kWh RWD Energy

Precio

Base: 46.220€

Modelo probado: 60.170€

Sistema de propulsión

Potencia máxima: 228 CV.

Par máximo: 350Nm.

Motor

Tipo: Eléctrico trasero transversal.

Batería: 77,4 Kw.

Transmisión

Tracción: Trasera.

Embrague: Sin embrague 

Caja de cambios: Automático de 1 velocidad.

Suspensión

Delantera: Independiente de tipo McPherson con resorte helicoidal.

Trasera: Paralelogramo deformable con resorte helicoidal.

Frenos

Delanteros: Discos ventilados de 345 mm.

Traseros: Discos solidos de 345 mm.

Ruedas

Llantas: 20 pulgadas.

Neumáticos: 255/45 R20 105W.

Dimensiones y pesos

Largo: 4.635 mm.

Ancho: 1.890 mm.

Alto: 1.605 mm.

Batalla: 3.000 mm.

Vía delantera: 1.638 mm.

Vía trasera: 1.647 mm.

Maletero: 531 litros.

Peso: 2.010 kg.

Cotas TT

Altura libre: 160 mm.

Prestaciones

Velocidad máxima: 185 km/h

Aceleración 0-100 km/h: 7,3 seg.

Consumos homologados

Combinado WLTP: 18 kWh/100 km.

Autonomía eléctrica WLTP: 476 km.