Por: Nacho Salvador
La Extreme e 2022 ha vuelto a dejar clara esa máxima de las carreras que dice que: “Hasta que no se cruza la meta no se puede cantar victoria, ni se puede dar nada por perdido”. O si no, que se lo pregunten a los pilotos del equipo Rosberg o a Cristina Gutiérrez y a Sebastien Loeb.
Si de salida la posibilidad de conseguir el título se presentaba muy remota para Loeb y Gutiérrez, ya que sus opciones matemáticas de conseguir el triunfo en el certamen eran bastante remotas, el comienzo de la prueba final de la Extreme e, celebrada en Uruguay, sólo complicaba las cosas, ya que Cristina volcaba en la primera manga clasificatoria, quedando el equipo fuera de las semifinales.
Pero el destino les tenía reservada una segunda oportunidad, ya que, a los máximos favoritos al título, Kristoffersson y Ahlin-Kottulinsky, del equipo Rosberg, no les iban las cosas mucho mejor, pues la sueca volcaba en la primera manga de las clasificatorias, mientras Johan tenía un percance con Nasser Al-Attiyah en la segunda, del que salía mal parado, con lo que también quedaban fuera de las semifinales. De esta forma, primero y segundo del certamen deberían medir sus fuerzas en la Crazy Race, la carrera de consolación, que da una sola plaza para la final del evento.
Loeb y Gutiérrez resolvieron muy bien la papeleta de la carrera de consolación, que ganaron, mientras sus rivales se enzarzaban en la lucha con el coche del equipo de Button, duelo que, tras tres impactos entre ellos, terminaba con ambos vehículos fuera de combate, el de Rosberg con la barra de dirección rota. Con los suecos fuera de carrera, la balanza se volvía del lado del equipo X44, que podían ganar el certamen si se imponían en la final, o si, en su defecto, terminaban entre los tres primeros y, además, sumaban los puntos de la Traction Challenge (una zona del recorrido que se cronometra cada vuelta y que da 5 puntos extra a quien marca el mejor tiempo en alguna de las pasadas).
Sebastien Loeb era el encargado de conducir el X44 en las dos primeras vueltas de la final. Y arrancaba muy bien, ya que conseguía colocarse como líder en la primera curva de la final. Pero en la segunda se enzarzaba en un duelo con Al-Attiyah, del que Loeb salía perjudicado, ya que perdía tiempo y retrocedía hasta la cuarta posición, puesto que les dejaba sin título. Una vez que cedió el coche a Cristina, ésta tampoco pudo adelantar y estar entre los tres primeros, con lo que sus esperanzas comenzaban a difuminarse… Hasta que una vez en la meta se conocía que uno de sus rivales había superado la velocidad máxima en la zona de cambio de pilotos y había sido penalizado con diez segundos. Loeb y Gutiérrez, que habían marcado el mejor crono en la Traction Challenge, se convertían en los nuevos Campeones de la Extreme E.
En lo que a la cita del fin de semana se refiere, la carrera uruguaya significó la primera victoria del equipo ABT Cupra, con Klara Andersson y Nasser Al-Attiyah a los mandos, un triunfo que deja a las claras la mejora del equipo y que demuestra su clara progresión a lo largo del año. Ojo con ellos en 2023.
Por su parte, el equipo Acciona / Sainz se iba de Uruguay con un sabor agridulce. Por un lado, conseguían la tercera posición absoluta del Campeonato, premio a su clara mejora de esta temporada. Pero por otro, fueron de los más rápidos en el fin de semana, lo que les colocaba como uno de los equipos favoritos tras los entrenamientos, en los que finalizaban primeros. Un vuelco de Laia en la final, sumado a un problema en el acelerador (que les restaba 100 CV de potencia) no les permitió pasar de las semifinales, cuando, visto lo visto después, con los problemas del equipo Rosberg habrían tenido claras opciones al título. Pero en las carreras, hasta que no se cruza la línea de meta no se puede cantar victoria… El año que viene más, en una especialidad que sigue ganando en espectacularidad.