Por: José Luis Sánchez
Hace unos años, coincidiendo con una gran e inesperada nevada que dejaba incomunicadas a un buen número de zonas de nuestra geografía, surgía una iniciativa espontanea por parte de los usuarios de 4×4: ayudar a quienes estuvieran incomunicados y/o atascados. Poco después este grupo de aficionados al TT se organizó para crear un grupo de rescate que pudiese ayudar a las autoridades siempre que hubiese algún desastre natural. Se llamó SOS 4×4.
¿El secreto? Saben lo que hacen
La verdad es que ningún colectivo que no sea el de los auténticos aficionados al todoterreno podía crear un grupo así. Tienen los medios necesarios, ya que cuentan con vehículos preparados para circular casi por cualquier sitio, además de disponer de todos los accesorios que hacen falta para realizar este tipo de actuaciones. Pero hay algo todavía muchos más importante: saben utilizarlos. Porque cualquiera puede montar un cabrestante en el coche, pero no todo el mundo sabe usarlo correctamente.
SOS 4×4 no sólo actúa cuando nieva, aunque en ese momento es en el que sean más visibles. También ayudan a personas que, por ejemplo, se han metido en un lio en el campo. Hay un buen número de situaciones reales en las que la ayuda de SOS 4×4 ha sido fundamental. Por poner sólo un ejemplo, pocas personas sabrían hacer un reenvío con un cabrestante para sacar un coche de una ladera, como han hecho en alguna ocasión los miembros de SOS 4×4 e ilustramos con la foto adjunta.
Ahora, con la zona centro de la Península Ibérica colapsada por “Filomena” (por cierto, vaya nombrecito), SOS 4×4 ha vuelto a entrar en juego ofreciendo el traslado a sus puestos de trabajo a todos los sanitarios que no pudieran hacerlo por culta de la nieve. Se puede contactar con ellos a través de su Facebook o de su grupo de Telegram. Pero no sólo eso. También han ayudado a muchas personas en apuros por la nieve.
¿Un Mundo sin coches TT?
La incuestionable tarea que llevan a cabo los coches de SOS 4×4, o los de los otros muchos aficionados al 4×4 que ayudan a los demás de forma anónima, nos hace plantearnos otra pregunta: ¿Puede prescindir un país de los vehículos TT? Y no hablamos de los 4×4. Hablamos de los TT puros y duros. Porque en Europa se está presionando cada vez más para que a corto/medio plazo el parque automovilístico esté plagado de coches eléctricos. Coches que se van a quedar sin batería si tiras de calefacción porque te has quedado atascado en la nieve. O que, como media, pesan media tonelada más que el equivalente de combustión interna por culpa de las baterías, que no son nada ligeras. Y nieve/hielo, sumado a más peso, igual a problemas para avanzar y/o mantenerse en la carretera.
No sólo eso. Es verdad que los SUV son sensacionales para el día a día, además de cumplir de sobra con las necesidades que tienen el 99% de los usuarios. En eso son insustituibles. Pero también es verdad que las crecientes políticas de ataque a los coches más contaminantes hace que la mayoría de los fabricantes hayan dejado de traer a Europa coches todoterreno puros que sí se venden en otros continentes. Situación que hace que un buen número de colectivos, no sólo los aficionados al TT, se hayan quedado sin vehículos que cubran sus necesidades. Pero como es una parte pequeña del parque, parece no importar a nadie. Porque la mayoría sólo se acuerda de los todoterreno cuando hay una riada, o una nevada, y tienen que venir en tu rescate. Algo que, eso sí, hacen encantados.