@_NachoSalvador

Ayer fue uno de esos días en los que me ha tocado ir a un evento divertido. Es un invento de Suzuki, más concretamente de su Presidente, Juan López Frade, y de su Directora de Marketing, Pilar Enjuto, que se llama «Litros x kilos» y que se realiza desde hace ya cinco años. La fórmula es muy sencilla: se coge uno o varios vehículos de la gama Suzuki, con los que los periodistas del motor invitados al evento debemos hacer un recorrido. Recorrido durante el que se debe intentar hacer el menor consumo posible, ya que Suzuki “convierte” en kilos para el banco de alimentos la diferencia entre el consumo homologado y el conseguido por los periodistas. Cuanto menos gastes, más kilos para el Banco de Alimentos de Madrid. Al final se suma el “ahorro” de combustible de todos los participantes y Suzuki dona 100 kilos por cada litro negativo de diferencia con el consumo homologado WLTP.

Y ahora, la verdad

Llegados a este punto, ahora sería el momento de decir que todos los que acudimos a este evento nos esforzamos a tope para conseguir el mejor resultado posible de cara a conseguir más kilos para el banco de alimentos. Mentira. Claro que te gusta que tu resultado ayude a otros, pero lo que de verdad te motiva, lo que te hace empujar hacia delante con el culo contra el asiento en las cuestas arriba para gastar menos, o lo que te hace conducir durante casi una hora con la calefacción apagada en pleno invierno, es ganar al que tienes al lado. Y si le ganas por mucho, todavía mejor.

Porque… Bueno, antes de seguir os voy a contar un pequeño secreto. Un pequeño secreto que tiene que quedar entre nosotros, no puede salir de aquí: me pico hasta con mi sombra. Si me preguntan, yo soy de los que siempre dicen que no, que no soy nada competitivo, que lo importante es participar. Pero es mentira. Como haya algo en lo que se pueda competir contra los demás, me dejo la vida en el intento. Aunque sea, literalmente, con los carritos del supermercado. Porque el segundo es el primero de los perdedores

En todos los años anteriores que he participado en Litros x kilos, la verdad es que la cosa no se me ha dado nada bien. Vamos, que lo de gastar poco no es lo mío. Pero el año pasado conseguí quedar segundo. Y claro, la culpa no podía ser mía, ya que la “competición” se hacía por parejas, turnándote con otro periodista al volante del coche. Así que, claro está, la culpa había sido de mi compañero. La faena es que quedar tan cerca de ganar fastidia todavía más, por lo que a lo largo de todo el año he ido “entrenando” con mi pequeño Suzuki Ignis, coche que utilizo para los desplazamientos diarios. Como tiene un ordenador de a bordo similar al de los otros coches de la gama Suzuki, mide igual los consumos, con lo que las técnicas aprendidas para bajar los consumos son extrapolables a los demás vehículos de la marca japonesa.

Ayer llegó el día de poner en práctica todas las técnicas entrenadas. En 2021 iba más preparado que nunca. ¡Les iba a machacar! Pero cambiaron las reglas del juego…

Sentados sobre el logotipo de Suzuki, Juan López Frade y Pilar Enjuto, junto a los ganadores de cada una de las categorías.

A la mierda los entrenamientos

El COVID ha cambiado el protocolo de muchas cosas, entre las que se encuentra el de los eventos con periodistas del motor. Por ejemplo, en las presentaciones ya no compartes coche, vas solo, algo que también ha pasado en Litros x kilos, con lo que ha desaparecido el concepto de “compañero de equipo”. Ya no le puedes echar las culpas a nadie, pues se compite individualmente.

Este cambio, el de sólo una persona por coche, ha llevado además a otro importante: ante la imposibilidad de tener los Suzuki necesarios para hacer un concurso de consumo con todos los coches iguales, la marca decidió cambiar las reglas y hacerlo con varios modelos distintos, todos los coches Eco de su gama. Total, que había varios concursos en uno, cada uno con un modelo. Y entre ellos estaba el Across, coche con una autonomía eléctrica homologada de 75 km, con lo que su consumo se mediría en kWh. El grupo/coche con el que competías se decidía por sorteo. Y sí, has malpensado bien: me tocó el coche eléctrico. A la mierda los entrenamientos.

Es verdad, por otra parte, que hace unos días había tenido un Suzuki Across. Pero lo utilicé para probarlo en la nieve (puedes ver la prueba pinchando aquí), dando gas a fondo para no quedar atascado y buscando los límites sobre el blanco elemento. Me lo pasé como un niño con zapatos nuevos, pero lo de gastar poco, ni lo pensé…

Antonio Guzmán, de revistadelmotor.es, uno de los ganadores del evento, celebra su victoria.

Manos a la obra

Pero bueno, más se perdió en la guerra y volvieron cantando, así que había que ponerse manos a la obra para intentar ganar, pese a que las técnicas ensayadas no valiesen para nada. Más o menos me sabía la técnica para gastar poco en un eléctrico, diferente a la que se usa en un motor de combustión interna. Con coche «normal» aprovechas al máximo las inercias, especialmente en las bajadas, para que se mueva sin consumir nada o gastando lo menos posible. Con los eléctricos el truco en las bajadas es aumentar la autogeneración de electricidad para que se recargue la batería. Gastas más que bajando “a vela”, pero lo que recargas lo compensa con creces.

Lo que estaba claro antes de empezar es que con un recorrido total de menos de 60 km y una autonomía eléctrica homologada de 75 km, en este caso el consumo de gasolina de todos sería cero, con lo que la “victoria” se decidiría por cuánta batería gastase cada uno.

Aceleraciones súper progresivas, para que no entrase nunca en funcionamiento el motor de gasolina. Cambio constante del botón selector del tipo de conducción entre Eco y Normal, en función de ir en llano o ir cuesta abajo (en modo Normal retiene y carga más, aunque luego alguien me dijo que todavía lo hace más en modo Sport. Tarde). Climatización a cero y calefacción quitada, con lo que pasé más frío que en una nevera… Lo hice todo muy bien. Tanto que conseguí un consumo medio de 17,6 kW/100 km, un dato realmente bueno, muy bueno para un PHEV, ya que quiere decir que podría haber hecho unos 100 km sin usar el motor de gasolina. Espectacular. ¿Alguien lo podría hacer mejor? Pues sí, y no mejor, muchísimo mejor. José Antonio Prados consumió 14,2 kW/100 km, mientras Oscar Magro hizo 15,9 kW/100 km. Tercer puesto y, lo que es más importante, ¡segundo de los perdedores! Me queda el consuelo (siempre hay que buscar una nueva excusa, ahora que no hay compañero) de que ganó la unidad que yo había utilizado para la nieve, con lo que le di a José Antonio Prados un coche perfectamente rodado y su victoria también es un poco mía (el que no se consuela, es porque no quiere).

Bromas aparte, lo cierto de todo este tema es que es Litros x kilos es una de las convocatorias más divertidas del año, nos sirve para “picarnos” entre nosotros y, de paso, Suzuki nos da la oportunidad de contribuir, conduciendo económicamente, a formar parte de una iniciativa muy bonita. Por cierto, y esto es muy importante, con la suma de los litros ahorrados, mañana viernes 29 de enero Suzuki hará una donación de 3.170 kilos al Banco de alimentos de Madrid. Dicho de otra forma, entre todos los asistentes hemos conseguido “ahorrar” un total de 31,7 litros, lo que no está nada mal. Y es que, con esta iniciativa, Suzuki consigue sacar lo peor que llevamos dentro, en forma de pique, para dar lo mejor que puede dar una empresa, que es ayudar a los que más lo necesitan. Así que, una vez más, enhorabuena por la idea Juan, a Pilar y a Suzuki

Gama electrificada de Suzuki al completo.