Por Xavi Blanco

Hoy arrancábamos con 100 km de enlace, después 395 de especial, y otra vez enlace hasta el vivac, hasta Riad. Era una etapa muy variada, con partes rápidas, con dunas de nivel 1 y 2, muy duras con la lluvia y con el frío que hacía. Se pasaban bastante bien, no hacía falta ni desinflar.

Lo peor era una zona de trialera, de piedras, en un sitio por el que circulábamos por valles de mucha piedra, donde hemos preferido levantar un poco el pie y asegurar. Porque era el principio y, si pinchábamos, luego ya no podíamos correr mucho al quedar solo una rueda de recambio.

Esta es la bebida que cada día nos prepara la fisio de X-raid para la etapa.

He tenido un par de errores de navegación, pero rápidamente lo hemos solucionado. Hemos vuelto al punto al que sabíamos que estaba correcto y desde ahí lo hemos solucionado. Al no verse las pistas por las lluvias, el tema era complicado, con lo que valía la pena volver a un punto en el que estábamos seguros de tener una referencia buena. Luego, rumbo, kilómetros y sin problemas.

El interior del Yamaha.

Cuando nos quedaban 40 km para la meta hemos tenido un pinchazo. Cambio de rueda rápido, sin problemas, para poder continuar, hasta que a 15 km de la meta hemos encontrado a los catarís que llevan un Yamaha oficial. Habían pinchado, y era la tercera vez, con lo que ya no tenían repuesto. Les hemos dado la rueda que nos quedaba a nosotros.

Al continuar la marcha, ellos se han quedado detrás para devolvernos la nuestra si pinchábamos, porque era la última. Pero no ha hecho falta. Hemos llegado a la meta, una etapa tranquila, sin arriesgar, que todavía queda mucho Dakar.