Cuando el 27 de marzo de 1955 Pierre Dreyfus fue nombrado presidente de Renault, no tardó en poner en duda el concepto del automóvil: “un coche no debería limitarse a tener unos asientos y un maletero. Es necesario crear un volumen”. Esta fue la semilla que dio fruto al Renault 4, que fue revelado a la prensa en agosto de 1961 y cuyo 60 Aniversario se ha celebrado a lo largo de este año.
España fue un mercado clave en la comercialización del Renault 4. Desde su lanzamiento en el país, en 1963, las perspectivas comerciales fueron muy buenas dada la baja tasa de motorización de la época (1 coche por cada 48 habitantes). Su éxito hizo que arrancara una próspera etapa industrial para la Factoría de Montaje de Valladolid, donde se produjeron 403.213 unidades del turismo R4 y 396.704 unidades de la versión furgoneta: un 10% de su producción mundial. El R4 se convirtió en el tercer modelo “Made in Spain” tras su antecesor, el 4 CV y el Dauphine
Quizás sea por ello por lo que en España existe un sentido afecto hacia el modelo y, muestra de ello, es que, como culminación a su 60 aniversario, este fin de semana más un centenar de Renault 4 se han reunido en el histórico Circuito del Jarama de la mano del Club Clásicos Renault. Allí se dieron cita numerosos apasionados del modelo y de la marca procedentes de múltiples puntos de la península. Varios propietarios no dudaron en acudir al encuentro en el circuito madrileño a bordo de sus Renault 4 desde ciudades tan lejanas como Barcelona, Sevilla, Alicante o Málaga. Uno de los participantes, Oliver Pintado, recorrió los 350 kilómetros que separan León de Madrid para acudir al evento a bordo de su Renault 4 Furgoneta de 1987, decorada con los colores del Servicio Renault.
La ocasión también permitió a los asistentes recorrer el emblemático trazado del Circuito del Jarama, cuyas obras de construcción comenzaron en 1964, tan sólo un año después de que el Renault 4 se comercializase en España. Quedó así patente la filosofía “blue-jeans” del modelo, capaz de enfrentarse a todo tipo de situaciones, desde un largo viaje por carretera hasta enfrentarse a las curvas de un circuito en el que se han llegado a celebrar carreras de Fórmula 1. Esta filosofía “blue-jeans” se basa precisamente en ello: el Renault 4 es como un pantalón vaquero, apto para todo tipo de situaciones y, por otro lado, asequible para la mayoría de la población.
Durante la jornada se concentraron un centenar de vehículos, entre los que se encontraban unidades tan especiales como dos Renault 4 de 1964 completamente restaurados y una versión furgoneta de 1965 en su estado original, coches con casi 60 años de historia a sus espaldas y que continúan levantando pasiones. Para finalizar la jornada, el Club realizó una entrega de premios a los modelos y participantes más especiales. El premio al Renault 4 en carrocería berlina más antigua se lo llevó Miguel Lloret, con su Renault 4 de marzo de 1964, mientras que el de carrocería furgoneta lo ganó Juan Lillo con una unidad de septiembre de 1967. Por otro lado, el participante que acudió desde un punto más lejano fue José Luis García, quien vino desde Santa Coloma de Gramanet (Barcelona), a más de 600 kilómetros de la capital. Mención aparte merece Carlos Cabra, quien antes de acudir a la concentración ha recorrido Europa a bordo de su Renault 4, realizando un viaje de más de 13.000 kilómetros.